Ya os hemos hablado de Linda Schailon y sus anillos hechos con pajitas. Ahora, nos sorprende con otro de sus extravagantes diseños, el Sprinkle. Un vestido hecho con envases de yogures y malla de jardín. Nos comenta que el concepto nace de la idea de «vestir naturaleza«, de llevarla puesta. Entendemos que es un vestido de verano, por eso de tener que regarlo continuamente.
dios santo.. ¿es que nadie va a pensar en los niños?
Jordi M. Novas
14-febrero-2010