Basurillas

Para este nuevo año desde Basurillas deseamos que haya nuevas, buenas y grandes sorpresas para todos.

Que no dejemos de imaginar lo posible para crear lo imposible, mirar y jugar como lo hace un niño, aprender lo que pretendemos enseñar y enseñar lo que necesitamos aprender. Que sigamos compartiendo e intercambiando con los demás todo tipo de inventos, ideas y conocimientos. Esta será nuestra pequeña gran fuerza. Que estos tiempos que vivimos no nos sobrepasen. Que podamos ir sin prisa pero sin pausa…que sigamos luchando por cambiar lo que necesitamos cambiar. Que seamos muchos más los que optemos por el respeto… que sigamos revueltos pero unidos, y que esta sea una de vuestras casas sin puertas. Y por qué no, que basurillas sea una semilla más para un mundo mejor.

¡Gracias a todos vosotros y que el año que viene sea extraordinario!

La flor más grande del mundo es un cuento del escritor Jose Saramago fallecido este año. Su voz permanece incitándonos a seguir preguntando y buscando, a hacer el trabajo todos los días con las manos, la cabeza, la sensibilidad, con todo. Como él escribió: El mañana no ocurrirá si no cambiamos el hoy.

Aunque nosotros no somos poseedores de la verdad, porque esto no existe, somos los que decimos la palabra no. El sí es rutinario, está siempre allí. Siempre hay que introducir un no para enfrentar al sí, que es el consenso hipócrita en que más o menos estamos viviendo.

José Saramago, “Saramago según Saramago”, Revista Tres, Montevideo, 18 de septiembre de 1998.

Cuántas veces precisamos la vida entera para cambiar de vida, lo pensamos tanto, tomamos impulso y vacilamos, después volvemos al principio, pensamos y pensamos, nos movemos en los carriles del tiempo con un movimiento circular, como los remolinos que atraviesan los campos levantando polvo, hojas secas, insignificancias, que a más no llegan sus fuerzas, mejor sería que viviéramos en tierra de tifones. Otras veces es una palabra cuanto basta.

José Saramago, La balsa de piedra, Alfaguara, 2001, p. 119
(Selección de Diego Mesa)

Mucha gente me dice que soy pesimista; pero no es verdad, es el mundo el que es pésimo. El ser humano se limita en la actualidad a “tener” cosas, pero la humanidad se ha olvidado de “ser”. Esto último da mucho trabajo: pensar, dudar, preguntarse sobre uno mismo…

José Saramago, “No soy pesimista, es el mundo el que es pésimo”, El Diario Montañés, Santander, 11 de julio de 2006

Aceptemos que estamos solos y, a partir de ahí, hagamos el descubrimiento de que estamos acompañados – unos por los otros. Cuando pongamos los ojos en el cielo estrellado, con un furioso anhelo de llegar allí, aunque sea para encontrar lo que no es para nosotros, aunque tengamos que resignarnos a la humilde certeza de que, en muchos casos, una vida no bastará para hacer el viaje – cuando pongamos los ojos en el cielo, repito, no olvidemos que los pies se asientan en la tierra y que es sobre esta tierra donde el destino del hombre (ese nudo misterioso que queremos desatar) tiene que cumplirse. Por una simple cuestión de humanidad.

José Saramago, De De este mundo y del otro, Alfaguara

Tienen razón los escépticos cuando afirman que la historia de la humanidad es una interminable sucesión de ocasiones perdidas. Afortunadamente, gracias a la inagotable generosidad imaginación, vamos supliendo las faltas, rellenando las lagunas de la mejor manera posible, abriendo paso en callejones sin salida y que sin salida continuarán, inventando llaves para abrir puertas huérfanas de cerraduras o que nunca llegaron a tenerlas.

José Saramago, De El viage del elefante, Alfaguara, p. 233
(Selección de Diego Mesa)

¡Feliz basurillas 2011!

Esta entrada fue publicada el viernes, 31 diciembre, 2010 a las 6:35 pm y esta dentro de la categoría IDEAS, INFORMACIÓN. Puedes seguir los comentarios a este artículo a través de RSS 2.0 feed. Puedes dejar un comentario, o untrackback desde tu propio sitio.